Prólogo de...MACHO HISPANICO IBERICO VULGARIS

El amor en nuestros tiempos, ya no parece ser una prioridad. El sueño adolescente de enamorarnos y ser felices para siempre, cada vez se aleja más de nuestras mentes, y mientras más nos alejamos de aquellos años, más cambia nuestra idea de las relaciones de pareja.
Nuestra ciudad se llena cada día más de gente solitaria, que presume de ser feliz así, aunque al llegar a casa, sabe que en el fondo no es cierto.
Nuestras vidas se llenan de trabajo, de ocio rutinario, de día tras día, que parecen repetirse una y otra vez.
Los grandes amores de las películas, ya parecen ridículos hasta en las películas, nos hemos vuelto tristemente cínicos e insensibles. Nuestro mundo nos exige cánones distintos de conducta, en las últimas décadas vamos hacía la extinción de lo que hasta hace unos veinte años, constituía la célula de la sociedad, la familia. Cada año hay menos bodas, y los que hoy se atreven a dar el paso son pocos y cada vez menos, gente que aun se enamora sin miedo, o con miedo, pero con ilusión. Los divorcios han aumentado casi en un trescientos por ciento en los últimos veinticinco años, y las bodas han aumentado solo en un cinco por ciento, desde entonces, parece ser que somos cada vez menos tolerantes.
El sacrificio, el compromiso, la dedicación, han pasado a ser exclusivos de logros y metas que queremos conseguir, y una vez conseguidos, mantener. Nos desagrada ver que se aplique esta misma teoría al amor. Decir te quiero compromete, y nos negamos a ello, se dice a veces porque no hay más remedio, pero pocas veces por una necesidad del corazón. Somos en cuanto a amores, precavidos, desconfiados, analíticos, barajamos posibilidades, y no siempre hacemos lo más natural, si no lo más conveniente, como si de un negocio se tratara. Los divorcios como decía son cada vez más frecuentes, y ellos dan a luz, otro tipo de seres, solitarios y cada vez más renuentes a dejar esa vida de soledad, aunque a veces digan lo contrario. Una vez superado el dolor, y acostumbrados a la nueva liberación, aparentemente buscan la felicidad, que parece cada vez más difícil de encontrar. Seres cada vez más reacios a entregar el corazón, como si el compromiso fuera impensable y tortuoso.
Al encontrar a quién podría ser la persona ideal, salimos huyendo, porque los amores idílicos que cruzaban cualquier barrera, son cosa del pasado y la ficción, nos da pereza averiguar si esa posibilidad existe, y no estamos dispuestos a sacrificar un milímetro de nuestro espacio por nadie.
Probamos una y otra opción, para que tener un soldado, si se puede tener un batallón, somos promiscuos, disfrazando este ir y venir de gente con el pretexto de cultivar amistades. Nos acostamos con alguien suponiéndose que solo somos amigos, salimos con otros sin acostarnos, buscamos opciones, mentimos, omitimos, ocultamos lo que realmente sentimos, diciendo que no hacemos nada incorrecto, ya que somos libres, como si con eso engañáramos a alguien o a nosotros mismos, lo cierto es que nos volvemos falsos y promiscuos, para que engañarnos. Está de moda decir que estamos saliendo con alguien, ya ni siquiera le llamamos nuestra pareja, a veces ni siquiera aceptamos estar saliendo con ese alguien, diciendo que solo somos amigos, le llamamos de maneras distintas, lo que sea que no implique compromiso, aunque esa sea la única persona en nuestra vida, al menos de momento. Si te distraes y crees en el amor de alguien, te arriesgas a llevarte una gran decepción, la gente está demasiado contaminada para entregarse sinceramente.
Aunque en el fondo, y siempre demasiado tarde descubrimos que es realmente trascendental saber que le importamos a alguien, que ese alguien espera por nosotros, que está en nuestra vida, y nosotros en la suya, que ese alguien nos quiere sinceramente, y que eso no tiene precio.
Pero ¿Realmente existe? ¿Aun es posible en nuestros tiempos encontrar algo así? ¿O acaso el pesimismo y la decepción son más fuertes que la utopía del amor?
El sexo ha reemplazado al amor en muchos casos, las mujeres buscan, cada vez por suerte, con menos escrúpulos, amantes jóvenes que no representen ningún problema, ni compromiso, se satisface una necesidad, sin complicación, y por suerte o por desgracia a nadie parece importarle.
Cada vez con más frecuencia las mujeres seleccionan, descartando a quienes sean demasiado mayores, demasiado tontos, aburridos, poco interesantes, poco atractivos, cada vez hay más exigencia en cuanto al físico, inteligencia, personalidad, carácter, porque esos tipos de hombres descartados, son igual de egoístas y creen que merecen más de lo que tienen, así que ya no se pierde el tiempo con ellos, porque ahora se puede elegir, en el cada vez mayor abanico de posibilidades, así que se valora que además tenga otras prestaciones, como la vitalidad, virilidad y la juventud.
Y los hombres mientras tanto, entretienen años de sus vidas picando de flor en flor. El caso es que cuando todos nos damos cuenta, el tiempo ha pasado y todos seguimos solos, sin mayor ilusión.
Las mujeres cada vez logran subir escaños y luchan cada vez con más fuerza por seguir la carrera que los hombres emprenden, consiguiéndolo todo cada vez más pronto, nadie se quiere quedar atrás. La competencia es en todos los terrenos, y en las relaciones nadie se conforma con poco, lo queremos todo.
Por que conformarse con alguien demasiado mayor, demasiado, sosa, pensamos que merecemos más de lo que tenemos y no nos conformamos nunca. Damos importancia al aspecto físico, dispuestos a perder un poco el tiempo con quién poseedor de un físico estupendo lleva un equipaje de estupidez, frivolidad, indiferencia, falta de valores, de espíritu, de conciencia, de pasión, pero lucimos en su compañía un tiempo, conseguimos trofeos, para ocultar inseguridades y algunos complejos. La gente utiliza su atractivo para manipular y conseguir lo que busca, y aun carentes de un gran coeficiente intelectual, triunfan, porque son parte de la decadencia de nuestra sociedad.
En nuestros tiempos, si alguien se deja llevar por el corazón, quien aun tenga sueños de amores, conserve el romanticismo y crea en los finales felices, tiene un crudo horizonte, con miras a que las decepciones puedan convertirle en un ser como los demás, calculador y cerebral.
Las mujeres habiendo pasado por duras lecciones, han aprendido que la sensibilidad, la ternura, el amor dulce y sin razón aparente, en suma, constituyen un síntoma de debilidad, y la postura correcta actual ha creado una especie de élite, en el que las mujeres se han hecho duras, ahora pueden acostarse con alguien sin sentir luego una gran emoción, ni sentido alguno de culpa. La independencia lograda permite no necesitar de un hombre si así lo deciden, y pueden verlos incluso como el objeto sexual que antaño era papel exclusivamente de la mujer. Esto ha exigido años de esfuerzo, y de papeles secundarios, pero el resultado ahora parece placentero. Ahora son los hombres quienes tienen cada vez más difícil acceder a una mujer, sin que esta les desplante antes de siquiera concederles una oportunidad, simplemente porque en ese momento no les apetece. Y aun luego de dárselas, aceptan en muchos casos tenerles cerca, pero sin mucha ilusión, utilizando su compañía cuando les viene bien, los pretendientes nunca son demasiados, nunca vienen mal, algunos dicen que las mujeres se han convertido en hombres, pero simplemente empiezan a actuar como ellos.
Pese a todo lo dicho, hay algunos optimistas que piensan que la situación ideal de un hombre y de una mujer, es en pareja, pese a que cada vez lo hacemos más difícil, ya que si los impedimentos no existen, nos los inventamos. Aun así, sobrevive la idea, de que en algún lugar está esa persona especial para cada ser, ese alguien con quien se está a gusto, con quien ríes, en quien piensas, y a quien amas.
A veces surge una historia como esta en la que dos seres distintos en casi todo, uno frío, otro ardiente, uno calculador, el otro soñador, uno espontáneo, el otro metódico, uno abierto, el otro cerrado…Inexplicablemente, al conocerse, se dejan envolver en el amor y la pasión, y aun siendo personajes de nuestra época, con todo el escepticismo que la caracteriza, el tiempo parece detenerse por un momento, y dejar libre el escenario para que tenga lugar, lo que empezó una noche de otoño, en esta ciudad donde cada día, nace o se rompe una ilusión...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Madre mia... si es q has tocado todos los posibles..... lados.....

Pues me quedo un poco plofff...q quieres q te diga...
por una lado y con el post anterior, q bien se está solito... (por lo menos cuando se pasa lo doloroso y uno asume una nueva situación , según tu... y yo espero q entonces sea cuestión de tiempo...) y q independientes somos q no "necesitamos" a nadie....
pero luego, LA SOLEDAD.... lo has descrito muy bien, desde muchos ángulos, tantos, q ni me había planteado TANTO ....

No se, un post para releer con calma y repasar....

Me gustan tus reflexiones.
Un acierto pasar por aqui....

Saludos
MER

moni dijo...

Si Mer, es como si delante de una taza de cafe, tocasemos todos los puntos vividos...Y seguro que en muchos coincidimos, ese es el punto...Que es una historia en la que cada vez mas personas estamos inmersos y de la que cualquiera podría ser el personaje...
Un besito Mer