COMO VIVIR JUNTOS...o SOBREVIVIR LA CONVIVENCIA?

Dormir juntos, despertar juntos, marujear juntos, y estar juntos hasta cuando queremos estar a solas,
sí ellos para ver una revista xxx, o una peli guarrilla, nosotras para ponernos potingues en la cara, o tomarnos unas 2 horas para quedarnos en la bañera llenita de sales perfumadas, aceites relajantes e hidratantes

¿Pero qué cosas les molestan a ellos de la convivencia? ¿Y a ellas?
Cosas, muchas, pero coincidimos en un pequeño listado:

Es tu chico, NO tu hijo
Salvo a un hijito de mamá, o con complejo de Edipo, a ninguno le gusta que le trates como a un hijo,
Es inevitable preocuparnos por ellos, pero son mayorcitos, y al igual que nosotras, pueden y deben cometer sus propias equivocaciones sin tenernos siempre encima, diciéndoles “Te lo dije...” eso es muy molesto, eso de “Abrígate...dúchate...acuéstate...” le hará recordar lo a gusto que estaba solo..
A nadie nos gusta que nos digan lo que tenemos que hacer o lo mal que hacemos algunas cosas, para eso ya estuvieron nuestras madres y de eso hace ya mucho tiempo.
No somos siameses...Hay que respetar el espacio de cada uno, No nacimos pegados, y si estamos juntos es porque queremos, porque nos encanta, porque nos echamos de menos cuando estamos separados, entonces siendo esto perfecto ¿Porque arruinarlo?
Porque enfadarse si va a jugar el partido de futbol el Domingo con sus amigos de toda la vida y no te lleva? Puede que quiera hablar con ellos palabrotas, tomarse unas cañitas o reír a carcajada limpia sobre las cosas que se cuentan, no tiene que acompañarte de compras y dejar eso que le gusta por no ver tu cara de enfado, si consigues que lo haga, te estas equivocando, si no lo crees da tiempo al tiempo, estará a tu lado por que no hay mas remedio, pero no por que le haga feliz estar contigo...No pienses que no te quiere si “A veces” no quiere estar siempre contigo pegada a él.
Y donde está esa chica independiente, que quedaba con las amigas los jueves o iba de compras cuando quería, quedaba con los amigos después del trabajo alguna vez...Vale que al vivir en pareja las cosas cambien, pero no hasta el extremo de tener que “pedir permiso” para ir a tomar café con una vieja amiga, o tener que reportarse como prisioneros con permiso de salida. La libertad no se pierde, vivir en pareja no quiere decir coactar la libertad de nadie, ni que nos obliguen a informar de todo lo que hacemos, no estamos en el siglo pasado para no poder ir solas a donde nos de la gana, y súper bien acompañadas de nuestro amorcito, cuando queramos hacerlo.
Menos sexo que antes
Antes buscabais cualquier ocasión para hacer el amor, soñabais en cuando estuvierais juntos para disfrutar de más días llenos de amor y pasión, siempre, a todas horas, cuando y como quisierais...
No me extraña que se sientan estafados, si ahora compartiendo la misma cama, le evitas siempre que puedes...El mito del dolor de cabeza femenino resulta no ser un mito, y el desgano invade terreno. NO.
Un hombre no entiende eso, menos si antes le decías que le deseabas con locura. ¿Es que antes mentías?
Es genial desear al hombre que quieres, acariciarle, besarle, que te abrace y desee siempre, ¿Porque chantajearle, usando algo que gusta a ambos como si solo le gustara a él? Este tipo de falsedades deteriora una relación, y no vale decir que ellos solo quieren sexo... Pues claro! Es normal, si quiere vivir en pareja sin sexo, mejor vivir con su hermana, o con su primo, si vive con su chica, es por que "ESA" parte es muy importante en una relación. Y para nosotras también lo es, aunque no lo digamos tan a menudo.
Se trata de diferentes perspectivas; para los hombres es muy fácil separar lo sentimental de los corporal, en cambio para ellas es todo lo contrario, va junto con revuelto.
Si están peleados y la mujer no quiere tener relaciones, el hombre siente que lo están castigando, pero en realidad, es que ella no tiene ganas, porque existen problemas a otro nivel de la relación, y eso para él es difícil de entender.
Como un invitado en su propia casa?
Lo ideal sería empezar en una casa “virgen” Es decir donde viváis los dos por primera vez, pero si vais a su casa o a la tuya, no te apoderes del territorio sin dejarle decisión. Si el aguanta tus decenas de cremas y tus docenas de zapatos, tu tendrás que aguantarle su horrible sillón, o sus trofeos y medallas colgadas aunque las quiera poner en el recibidor...Ahhh se siente, pero los derechos en casa son iguales para los dos, o aceptáis eso, o uno se sentirá un extraño y no en casa como debe ser, con iguales derechos en todo. Es difícil pero es lo justo.
De alegres y dulces, a amargados y marimandones...
Cuando notes los primeros síntomas, has un alto, analiza el porque, y si él es quién te está convirtiendo en ello, háblalo, da igual quien tenga la culpa, nadie quiere vivir junto a un ogro, soluciónalo.
Si vives en pareja no es para fastidiarte ni fastidiarle la vida a nadie, es para ser más feliz que antes.
Pagarla con él siempre
Antes al acabar un horrible día, y verle, nos preguntaba ¿Qué tal estas? Y respondíamos “Ahora bien” al estar su lado todo lo malo parecía desparecer. Al fin podías desconectar y enrollarte entre sus brazos y olvidarte de los problemas, disfrutando juntos de la mutua compañía.
Pero al vivir juntos, hay parejas que al llegar a casa descargan todo el estrés y el mal día vivido contra el que está en casa,
Los problemas de fuera quedan en la puerta de casa, antes de entrar, y tu pareja puede escucharte y compartir contigo haciéndote sentir mejor, pero no ser un saco de boxeo para quedarte a gusto luego de desahogarte. dejándole apaleado
Descuidarse
Antes al vernos nos decía lo guapa que estábamos, nos esmerábamos cuando quedábamos con él, y ahora que vivimos juntos con suerte nos hemos levantado o cambiado la ropa del trabajo para cuando él llegue.
El se presentaba siempre afeitado, perfumado, daba gusto meterte entre su cuello.
Antes la balanza era nuestra amiga y cómplice, luego la olvidamos y al recordarla resulta que es porque hemos aumentado de talla y ya no cabemos en esa 38 estupenda que tanto le gustaba.
Él ya no va al gimnasio, y tiene pelos donde antes no sabíamos que podían existir...
¿Qué ha pasado? ¿Cuándo dejamos de gustarnos y de gustarle? ¿Desde cuando no nos miramos al espejo y sonreímos con picardía por lo estupendos que estamos?
¿Hace cuanto que no le ves tan guapo o guapa que te le comes a besos?
Basta con ver los carritos de la compra de quienes viven juntos y quienes viven separados, los primeros tienen chocolate, chuletones, panceta, helado, patatas fritas, garbanzos (Con panceta), pasta, lentejas, albóndigas, alitas, natillas, profiteroles...
Y los de quienes viven separados, lechuga, tomates, yogures light, frutas, pepinos, todo con soja, omega 3, pechuguitas de pollo sin piel, filetes de pescado...En fin, se nota la diferencia.
Dependencia del otro
Nada peor para un hombre que ver cómo su pareja se anula y se vuelve una especie de extensión de su persona. Tener los mismos amigos, compartir la casa o tener los mismos gustos no implica que debas estar pegada a él las 24 horas del día. Ellos adoran cuando su mujer tiene más panoramas que estar con ellos y ven cómo son capaces de socializar y ser independientes.
Es un error pensar que la otra persona quiere encadenarte, en realidad las personas suelen encadenarse solas. Y eso no es algo que la pareja admire.
Abuelos antes de tiempo
Ir al parque de diversiones, a un Púb., heladería o día de picnic, hacer paseos, quedar con los amigos, organizar panoramas entretenidos para compartir.
Ahora tenemos pereza, no queremos gastar. “Para qué si podemos estar juntos en la casa, viendo tele, abrazaditos...”, es la típica excusa, al final ya tampoco se disfruta de eso por ser rutinario.
Ellos conocieron una mujer divertida, osada y la verdad es que por esos motivos decidieron compartir la vida y el espacio con nosotras, entonces, ¿será justo que les cambiemos la persona con la que ellos querían compartir?.
Y ese chico que nos conquistó por disfrutar en nuestra compañía, con los amigos, bailando, paseando, ahora resulta que nos tienen en casa, nos quedamos ahí solos sin salir nunca, preparando la misma cena , y viendo la tele, para eso ya habrá tiempo cuando los años no nos dejen movernos más de lo que quisiéramos, pero vivir como ancianos ahora quita la vida a cualquier relación.
Celos desmedidos
Celos, sinónimo de cáncer en una relación. Los celos sin motivo no hacen más que fatigar a la otra persona. Entre dos debe haber confianza mutua y total, se debe confiar en quién se quiere si esa persona jamás nos ha dado motivos, no tendríamos ni que plantearnos la duda, porque es dañino y enfermizo.
Y si por el contrario ha habido motivos reales para no confiar, es mejor hablarlo, y decidir si merece la pena seguir con la relación,.
Si damos otra oportunidad de corazón, hacerlo perdonando de verdad, sin reprocharle todo el tiempo esa infidelidad que al parecer tendría que pagar eternamente, cualquiera se puede equivocar, y, o lo perdonamos, o no, pero no utilicemos el hecho a nuestro favor.
Si creemos que es imposible que cambie es mejor no seguir esa relación y cortar.
Dicen que ..."Gallina que come huevo...aunque le quemen el pico..." asi que ya sabes.
Si no hay motivo, no inventemos cosas que no existen ni montemos un drama por cosas sin importancia,
Ir de compras, ¡Lo detestan! Ir de pesca lo detestamos
Solo he tenido un novio al que le encantaba ir de compras al Corte Inglés, el resto es por genética incompatible con el género masculino. Pasar horas viendo, buscando, probando, es una tortura, ¿Para que obligarles? Yo disfruto más haciéndolo con una amiga y pasar una tarde divertida que arrastrar al pobre por interminables pasillos, aunque alguna vez me tendría que complacer como lo haría yo con él
Tampoco es justo que arrastre a la pobre chica a estar 11 horas sentadas frente a un pantano inmóvil a ver si pica un pez en la caña , para luego soltarle otra vez al agua.
Son placeres distintos, incomprensibles para uno y otro sexo, cosas que se hacen por el otro por amor, y de todo corazón, pero no hay que abusar...

Dos familias políticas??

Si tomamos como promedio 2.5 hijos por matrimonio, asumimos que cada persona tiene 1 cónyuge, 1.5 hermanos, 2 padres y 4 abuelos, 3 tíos, 1.5 x 1.5 x 2 primos, 3.75 sobrinos de cada lado de la familia, 1 ahijado, y –si suponemos que es mayor- 3 amigos en pareja y 2.5 hijos cada uno.Si esto es así, cada miembro de la pareja tiene, además de Navidad, Año Nuevo, día del padre, de la madre, del niño y la fiesta de fin de año de su empresa, 38 cumpleaños anuales. Esto quiere decir que entre ambos, deben asistir a 74 agasajos; o sea, casi 1,5 por fin de semana.Es imposible resistir con estoicismo tal martirio festivalero y además negociar con el otro todos los eventos que se superponen.
Si son mayores súmale las parejas mutuas.
Reduce tu espacio de pareja a los padres, hijos y hermanos. Acude y trata con cariño a su familia como tu pareja lo hace con la tuya, QUE AHORA ES LA VUESTRA.
Tus hijos y los suyos si los hay, no es que deban ser como hermanos, pero pueden llevarse bien, si fomentas el cariño entre todos.
Teniendo en cuenta que esos hijos tienen su propia madre o padre, no intentes ocupar ese lugar, pero dales tu cariño sincero y recibe con amor el que ellos te dan, que sientan que pueden contar contigo siempre, no alejes a tu pareja de sus hijos, y sobre todo que los hijos noten cuanto le quieres y lo feliz que es desde que está contigo.
Dice un refrán chino, “Si quieres a la vaca, debes querer también a la ternera...” Si quieres realmente a tu pareja es imposible que no quieras a sus hijos, eso no se te hará tan difícil como podría parecer.
Si el amor no es sincero, entonces ya, tienes un problema.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que teniendo en cuenta el título de tu libro Moni, debo decir que me ha decepcionado un poco esta entrada.
Tan maravillosamente escrita como siempre, está totalmente inclinada hacía el sexo masculino.
No hablas de los detalles que él pierde en cuanto comienza a convivir y ya hay "confianza", que de paso motivan el hecho de que no "tengas las mismas ganas" que antes. De la tendencia masculina a dejar ciertas responsabilidades en nuestras manos, como la organización de la casa, dando por sentado que a nosotras nos encanta pasar nuestra vida pendientes no solo de las cosas que ensuciamos o tiramos, si no de las que ellos van dejando por ahí con la excusa de que "son hombres". Del exceso de interés que suelen demostrar la mayoría por el mando de la tv, en muchas ocasiones superior al que ponen en nuestra persona. De la tendencia a no acordarse de que tienen hijos (reuniones del cole, médicos, teatros infantiles) hasta que ya te hartas y los dejas, etc.
Para colmo te aseguro que no todos son iguales. El mío no se despega de mí a ninguna hora, soy yo quien le sugiere que se vaya a dar una vuelta o a ver a sus amigos, pretende que le trates como a un niño (y se queja cuando no lo haces), y por supuesto hay que escogerle la ropa, o marcarle las pautas para que salga a la calle medianamente vestido en condiciones.
Espero que mi opinión no te moleste, pero me habría parecido mas equilibrado tu post si hablase de ambas partes.

Un fuerte abrazo.

moni dijo...

Hola carmen, sí es cierto, está más inclinado a nuestros fallos en la relación en pareja, esta vez no les ha tocado tanto a ellos como a nosotras, pero cari, a pesar del título de mi blog, que hace referencia al título y suele confundirse con posturas feministas, intento hablar de todo un poco sin ser de un extremo u otro como si de bandos se tratara, y desde luego hablo en general, tambien conozco casos concretos y muchos mas errores que cometen y cometemos, pero sería interminable contar cada caso de forma puntual. Gracias carmen, y no me molesta en absoluto, todo lo contrario, me encanta tu opinión a favor o en contra, lo importante es la diversidad de opiniones. Un besito muy grande.

Javier.S.H dijo...

Hubo un momento en el que me dije... ya leí suficiente, pero continue hasta dar con este post en el que veo que no todo es malo en el macho hispánico.... menos mal. Un saludo Moni.

moni dijo...

Gracias Javier, por concederme el "Derecho de la Duda" Y darme una oportunidad al seguir leyendo...
Bienvenido, te devuelvo la visita y te comento algo.
Un beso.