Contraportada
No es fácil pensar como piensa el sexo opuesto, tanto para un hombre como para una mujer, es a veces incomprensible la manera de enfocar la vida de acuerdo a nuestros sexos, nunca lo hacemos de la misma manera. Por lo que constituía un reto ponerse en el lugar de un hombre, meterse en sus zapatos, ver a través de su cristal, y más allá aun, meterse en su piel, en sus neuronas, en su mente, en sus prejuicios, en sus genes, y hasta en sus genitales, de hacer falta, para poder pensar, hablar, sentir como lo haría un hombre de estas características. Esa fue la intención al escribir esta historia.
5 comentarios:
Personalmente veo más oportuno que algun hombre se meta en la piel de las mujeres y luego cuente sus impresiones a los demas jajaja.
Me gusta tu blog, si me permites voy a seguirlo, me parece muy interesante.
Saludos
Carmen
Te lo permito encantada, gracias Brisa...Y cari, de meterse en nuestra piel "lo hacen a menudo", ahora lo que cuentan o perciben, eso ya... :-)
Una curiosidad ¿Como me has encontrado?
Vi la dirección de tu blog en la página web de Mercedes Milá.
Entré, me gustó lo que leí y te agregué.
Mi blog tambien es muy reciente, aunque yo nunca he escrito de forma profesional y aunque recibo visitas a base de poner de vez en cuando mi dirección en ese mismo foro, ya has visto que tampoco tengo muchos seguidores.
Me gusta como escribes y lo que dices en tus escritos, no te rindas niña, tu vales mucho!
Carmen
No es fácil, desde luego, meterse en la piel de nadie y menos aún de alguien del sexo opuesto. Aunque la moda se empeñe en hacernos "iguales" somos, emocionalmente, muy diferentes y vemos las cosas desde perspectivas muy dispares lo cual, no es nada malo, sino una gran riqueza si se sabe como aprovecharla.
Quiero suponer que en tu experiencia vital has tenido la suerte de poder compartir al nivel de poder apreciar ese punto de vista. Me encantará poder leerlo y, si me los aceptas, hacer los correspondientes comentarios.
Siempre es halagador que alguién lea algo mio, y desde luego la crítica, siempre, siempre, es bienvenida. Un beso.
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