NAVIDAD = RUPTURA ??

Enero según estadísticas, y los primeros meses del año, son los que más separaciones registran.
Y direis que ya cualquier pretexto es bueno, pero tiene su lógica, la presión del entorno familiar y las tensiones internas se incrementan hasta el punto de que el inicio de año suele ser una de las épocas con mayor índice de separaciones.
Supuestamente , “la presión social aumenta estos días, el exceso de demandas, de negociaciones, y de reuniones más o menos deseadas puede provocar un aumento en el nivel de estrés. Si lo que se siente respecto a la pareja es confuso, uno puede sentirse estos días aún más solo, más irritable, más desgraciado o más frustrado, según sea el caso. Se pone en evidencia con mayor fuerza lo que no se tiene o lo que NO se siente. Pueden estallar las crisis que se estaban incubando.
Los desagradables temas que algunos sufren durante los doce meses del año, pueden resultar especialmente evidentes durante la segunda quincena de diciembre.
La Navidad ni soluciona ni provoca nada que antes no existía. Los conflictos emocionales deben ir solucionándose día a día. Ponerse una máscara intentando hacer creer que todo está bien es poco inteligente”.
Los mitos del desamor
La relación de pareja no pasa por ‘aguantarse’ mutuamente. Si se continúa con alguien sin querer, se acaba perdiendo el respeto por uno mismo y por el otro. El amor pide reciprocidad. Si se decide continuar con la relación ha de ser con el propósito de mejorar individual y conjuntamente ambos. De no ser así la pareja no tiene sentido.
Muchos de los problemas de pareja estudiados se conocen por una serie de pautas conocidas como ‘mitos’. Por ejemplo, el mito de la ‘media naranja’ y el ‘alma gemela’. “La Navidad puede agravar la situación, el mensaje de felicidad familiar supone un aumento de la presión sobre aquellas personas que perciben signos negativos de sus parejas, y también sobre quienes simplemente no tienen compañero sentimental”.
Esperan que en esa fecha especial, la otra persona sea “especialmente maravillosa” ya que se ha "perdonado" que no lo sea el resto del año, y al no serlo, viene la decepción, el reproche, la tensión explota como una olla a presión.
El mito de la ‘exclusividad: éstos suelen ser días en los que las parejas tienen mayor contacto con las familias políticas y con los amigos de la otra parte. Esto puede generar serios conflictos en los casos en los que esta ‘exclusividad’ se entiende como un derecho de propiedad absoluta sobre el otro.
El mito del ‘llenaré todo su mundo’: la Navidad es una época especialmente dura e intensa desde el punto de vista afectivo; algunas personas pueden sentir que su pareja no les aporta lo que ellos quieren, cuando en realidad están partiendo del error de esperarlo todo del otro.
El mito del ‘yo lo cambiaré’: Nadie tiene el poder de modificar los hábitos del otro. Los momentos de reencuentro con personas y lugares pasados pueden hacer fracasar el intento de transformar a la pareja.
Sentirse solo o nostálgico teniendo pareja, termina por magnificarse
en estas fechas y se desborda una vez pasado Diciembre, dándose tantos caso de ruptura.
Conclusión, tomar estas fechas con ilusión, con cariño, sin esperar grandes demostraciones, y colosales esfuerzos.
Tomarlo con calma, con relax, sin agobios y sin agobiar, y seguir mirando a quién tenemos al lado con el mismo amor que los demas dias del año, sin someterle a la tortura de nuestras siempre exigentes expectativas... ;-)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una reflexión muy interesante Moni. Se percibe en ella que sabes de lo que estás hablando.
Es cierto que en ocasiones esperamos demasiado de nuestras parejas. Personalmente creo que todo depende del tipo de pareja que hayamos escogido, acertada o equivocadamente.

Algunas personas llegan a tu vida y la invaden por completo, no te dejan un rato de soledad propio, te acompañan a todo aquello que quieras realizar, te llaman constamente en cuanto te pierden de vista y dan por sentado que hasta el aire que respiran lo tienen que compartir contigo.

Cierran un círculo en torno a ti tan agobiante, que al verte acorralada, por supuesto que esperas que al menos cumplan todas tus expectativas, ya que en cierta medida , te están aislando del mundo.

Al llegar la Navidad, o cualquier época vacacional, en la que le ves mas a menudo, es fácil acabar hasta el gorro y plantearte la ruptura.

Como bien dices, los tiempos en los que nos teníamos que "aguantar" quedaron atrás hace tiempo.

Un besazo

moni dijo...

Querida Brisa, me halaga que parezca que conozco bien el tema como si lo hubiese vivido, porque aunque no es mi caso, se de muchas parejas que sí, y me encanta que cuando alguien lee algo mio, crea que cosas imaginadas son reales y las reales imaginadas.
Este comentario mio, aunque no es imaginado es una realidad ajena a mi, aprendida, leida, estudiada por profesionales, pero que me gusta compartir por si a alguien le sirve la experiencia de otros para ver los errores comunes e intentar no repetirlos. ;-) Besazos guapa.

Ayla dijo...

Pues de la Navidad había escuchado casi todo, pero nunca lo había visto de la manera que lo expones.

muy interesante!!

un besazo!!